La inteligencia artificial puede ayudar a las empresas a crear experiencias con el cliente altamente satisfactorias debido a su alto grado de personalización.
Con la AI se puede estudiar todos los puntos de contacto e interacción que tiene un cliente con la marca y estudiar su comportamiento, lo que ayuda a las organizaciones a predecir cual será su patrón de compra, ¿cuáles son sus gustos? ¿qué otros productos de la competencia está mirando? ¿tiene prisa por comprar?… Con toda esta información al servicio de las marcas, se obtiene una visión integral del cliente, lo que ayudaría a ofrecer exactamente lo que quiere, cuándo y dónde.
Con la inteligencia artificial, también, se puede predecir las tendencias del sector, estudiar el sentimiento del cliente analizando todos los canales de comunicación que utiliza para contactar con la marca, realizar un análisis sobre las debilidades y fortalezas de la organización…. En definitiva, predecir el comportamiento del usuario para poder anticiparse a sus necesidades.
La visión global que la inteligencia artificial ofrece sobre la situación del mercado y de las marcas, permite a los directivos predecir con un porcentaje altísimo de acierto, donde están sus clientes reduciendo el riesgo y maximizando los resultados. La AI tiene en cuenta factores tanto endógenos como exógenos a la organización que abarcan desde el nivel de fortaleza de la compañía, sus debilidades, competidores, etc hasta analizar factores como la situación política del país, pronóstico del tiempo, seguridad de la moneda…
Según estudios recientes, es muy probable que el 50% de los consumidores cambien de marca si una empresa no se anticipa a sus necesidades.
Sin duda alguna, una experiencia con el cliente satisfactoria será clave para el futuro de las organizaciones, siendo la Inteligencia Artificial, un punto decisivo para conseguirlo.